Panaderos de Francia buscan que la baguette sea Patrimonio Inmaterial de la UNESCO
El pan tradicional francés conocido como baguette, busca un lugar en la lista del Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
La baguette, un símbolo de Francia tan representativo como la Torre Eiffel, podría unirse pronto a la Lista de Patrimonio Inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Los panaderos dicen que el pan artesanal tradicional, cuya compra en las panaderías locales ha sido durante décadas un ritual en la vida cotidiana francesa, está siendo reemplazado en los estantes de las tiendas por palitos de pan congelados.
“No hay un solo secreto para hacer una buena baguette tradicional. Requiere tiempo, y saber hornear correctamente una buena harina sin aditivos”, declaró Mickael Reydellet, dueño de ocho panaderías.
La Confederación de Panaderos Franceses presentó su solicitud para ser incluida en el ranking de tesoros intangibles de Naciones Unidas.
La baguette compite contra dos rivales franceses: los tejados de zincados de París y el festival de vino Biou d’Arbois, de la región del Jura.
La ministra de Cultura de Francia, Françoise Nyssen, hará su recomendación al presidente en marzo.
Los panaderos aseguran que la lista de la UNESCO protegería un conocimiento que ha pasado de generación en generación y resguardaría la baguette de impostores alrededor del mundo.
La UNESCO ha reconocido la artesanía detrás de 1 mil 500 o más cervezas elaboradas en Bélgica, la cocina tradicional mexicana, al igual que el arte napolitano de hacer girar la pizza.
Un decreto del gobierno francés de 1993 dicta que las baguettes “tradicionales” deben hacerse solamente con los cuatro ingredientes clásicos. La fermentación de la masa debe durar de 15 a 20 horas a una temperatura de 4 a 6 grados.
Alrededor de 6 millones de baguettes se venden diariamente en Francia, sin embargo, Dominique Anract, presidente de la federación de panaderos, afirmó que el hábito cultural estaba amenazado, con el cierre de 30 mil panaderías desde la aparición de los supermercados en la década de 1950 y de las restricciones que se viven por la COVID-19.
Hace unos días, la talavera de Tlaxcala y Puebla fue reconocida por su proceso de elaboración y desde ahora este material endémico y forma parte de los patrimonios culturales de la UNESCO.